La psicología de la salud se encarga de aplicar principios, técnicas y conocimientos científicos desarrollados para evaluar, diagnosticar, explicar, tratar, modificar y/o prevenir las anomalías o trastornos o cualquier otro comportamiento relevante para los procesos de salud enfermedad
La atención integral fomenta la salud física, psicosocial y la calidad de vida a la vez que disminuye la morbilidad y mortalidad, por lo que el objetivo de este curso es proporcionar recursos necesarios para que el profesionista de la salud, desarrolle habilidades y competencias que le permitan entender y atender las prioridades de la persona con hemofilia u otro trastorno de la coagulación y/o familiar para intervenir de manera responsable y objetiva, promoviendo la salud y la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad, protegiendo así, su salud mental.
Es por esto que presentamos el Curso Taller de Psicología Hematológica que organizamos en conjunto con la Sociedad Mexicana de Trombosis y Hemostasia, Colegio Internacional de Educación Superior, el Centro de Estudios Psicosociales Aplicados a la Salud-Cenepas y la Asociación Mexicana de Psicología Hospitalaria.
Con el objetivo de proporcionar recursos necesarios para que el profesionista de la salud desarrolle habilidades y competencias que le permitan entender y atender las prioridades de la persona y/o familiar con hemofilia u otro trastorno de la coagulación, para intervenir de manera responsable y objetiva, promoviendo la salud y la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad, protegiendo así, su salud mental.
Dudas e Informes:
academia@hemofilia.org.mx
¿Porqué Psicología hematológica?
En nuestro país, hasta el momento se tiene un recuento de más de 6000 personas con este padecimiento, como es de inferir, la hemofilia es una enfermedad de baja prevalencia por lo que el desconocimiento de este trastorno puede representar un problema significativo, pues ante el diagnóstico produce un gran cambio en la vida de la familia ocasionando angustia, desesperación, tristeza e impotencia. En cuanto al tratamiento, interfiere en la atención oportuna y puede aumentar los riesgos.
Por otra parte, por ser un trastorno hereditario genera alta carga emocional y estigmatización en las madres, al sentirse señaladas por su familia y vivenciar los episodios de dolor y sangrados en sus hijos; la culpa prevalece en la vida de las mujeres desde sus voces, las de sus familiares, sus parejas e incluso las de sus hijos, especialmente cuando sufren dolor articular debido a la hemartrosis. Así mismo, puede existir rechazo social hacia sus hijos por desconocimiento y por los síntomas visibles que condicionan discapacidad en la mayoría de los casos, limitando las oportunidades de desarrollo personal y profesional, especialmente en población con bajos niveles académicos y económicos.